Su nombre es José Antonio Flores, tiene 33 años, soltero, natural de Madrid y con domicilio en Alcalá de Hernares (Madrid) donde vive con un amigo.
Su gran pasión es convertirse en bailaor de flamenco.
Dice ser apasionado y que le encanta que le cuiden y le mimen. Se confiesa cariñoso, leal y muy tradicional.
Ha bailado con Rafael Amargo, en el programa de Tv “Noche de fiesta”, en “El corral de la Pacheca”…
En la casa habla y habla sobre el flamenco y su arte. Defiende a capa y espada el flamenco y lo compara de obras de arte similares a las de Dalí u otros grandes artistas pictóricos.
Pasa totalmente desapercibo durante su primera semana, por lo que su permanencia se prolongará en el programa, quizás algunas semanas, pero en absoluto se perfila como finalista.
Sin duda, el arte de Pepe es incuestionable, antes de salir, algunos, bailan por sevillanas.
El dejarse dormir en varias ocasiones durante el día le ha acarreado algunas críticas por parte de sus compañeros, principalmente por parte de Naomí, Zulema y David, lo que le ha llegado a molestar e incluso pensar que es percibido como un vago.
Además de sensible, es tremendamente despistado, confunde los nombres de casi todos los concursantes.
Al italiano por ejemplo, lo ha bautizado con tres o cuatro nombres diferentes.
A pesar de sus insistentes intentos para que el personal aprenda los pasos de las sevillanas, los menos interesados en aprenderlos son David, la “tatu”, la Ochoa y Azucena que cada vez más da la impresión de haber tirado la toalla.
Pepe y Alessandro han aprovechado la impunidad que les proporcionaba la noche para picar, obligados por el hambre, algunas de las provisiones existentes en la despensa común.
Algunas de sus fotos:
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