María, la joven y guapa jerezana, ha elegido a Sindia como su concursante +1 para que le siga haciendo de criada y la lleve al maletín con los 300.000.
Tras la Gala del lunes día 21 de mayo donde se decidía cual de las dos, Sindia o María era la 4ª finalista de Gran Hermano 12+1, el público votante, no el otro, ha elegido a María como su favorita para que esté en el final.
Ambas concursantes acudieron al plató donde habitualmente se celebran las Galas, fueron introducidas en la cabina o urna, apartadas del público, y pudieron oír de la boca de Mercedes Milá que María era la última concursante elegida como finalista según la decisión de los votantes.
La dirección de Gran Hermano ha dado tantas oportunidades a María para que estuviese en la final, que alguna tenía que ser la buena.
No obstante, María en un gesto que la honra ha querido que Sindia sea su finalista; la duda es saber si lo ha hecho porque se lo merecía, porque quiere que le siga haciendo la comida y lavándole los platos o simplemente porque la ve como una de las concursantes más fuerte y quiere conseguir con el voto de sus seguidores, ganar definitivamente esta edición numero 13 de Gran Hermano.
Sobre la decisión adoptada por María, Hugo ha dicho que Pipi se lo merece totalmente, no sabemos tampoco si con la boca chica o con el corazón.
Tras producirse la elección de María, Sindia quedó expulsada del concurso, aunque ahora volverá como acompañante de María y podrá optar a los 20.000 Euros.
Pipi no se enteró de que había sido la elegida por María hasta que Mercedes Milá se lo comunicó, pues cuando la flamante finalista tomó su decisión, Pipi no se encontraba en el plató.
María llega nuevamente a la casa de Gran Hermano y los concursantes se quedan estupefactos al verla, pues todos, esperaban a Sindia. María no les dice cual es su acompañante o +1, aunque ellos intuyen que es Hugo.
Un buen rato después, Pipi hace acto de presencia en la casa, la alegría es desbordante entre los finalistas de la casa, una imagen completamente opuesta a lo que pasó cuando María entró, la cual fue recibida con frialdad e indiferencia.
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